Sara en Myanmar
Sara se crió en una familia de trasfondo Budista muy fuerte y vivió con gran devoción al Budismo. Esta es su historia.
En mayo de 2017 tuve dos sueños. En el primer sueño, vi una escalera al cielo. Entonces oí una voz poderosa y vi a una persona que bajaba las escaleras. Tenía pies de color bronce. Estaba tan cerca y quería tocarlo. Sin embargo, cuando estiré mis manos hacia él, una gran criatura negra parecida a un murciélago me atacó y me mantuvo alejado de él. Le dije al animal negro: "Eres feo y astuto", y me desperté.
En mi segundo sueño de la noche, estaba en un restaurante. Me acerqué al mostrador para ordenar y noté a un hombre que parecía una bella estrella de cine. Cuando lo miré, él me preguntó: "¿Todavía soy feo?". Estaba tan aterrorizada que desperté. Estos extraños sueños perturbaron mi mente por días y no pude dormir. Busqué a un monje budista para obtener respuestas, pero no pudo ayudarme. Entonces, un día, fui a la peluquería de mi amiga cristiana y le conté todo. Ella me dijo que su Dios, Jesús, me estaba llamando.
Hemos sido amigos durante muchos años, pero esta fue la primera vez que hablamos sobre nuestra fe. Ella me dijo que Jesús era el Dios viviente y que yo podría descubrir si era real. Decidí desafiar a Jesús con cosas imposibles. Milagrosamente, ambos desafíos fueron respondidos inmediatamente. Me di cuenta de que estas no eran solo coincidencias, y que Jesús es real. Acepté a Jesucristo como mi Dios y Señor. Desde entonces, me he enfrentado a una fuerte oposición de mi familia y parientes budistas.