Cambiar el Mapa / Julio 2018
Un grupo de jóvenes de un país mayoritariamente budista fue elegido para representar a su país en una competencia deportiva internacional. Este evento quedaba cerca de Nepal, donde la mayoría de la población es de creencia hinduista.
Muchos de estos jóvenes atletas nunca se habían ido lejos de sus aldeas, y mucho menos habían viajado en un avión. Los familiares de los atletas estaban muy preocupados porque sus hijos nunca antes habían estado fuera de su estructurada cultura budista.
Para calmar los temores, dos personas fueron fundamentales, estos líderes acordaron acompañar al grupo. Sorprendentemente, uno de ellos era un seguidor de Jesús.
Al llegar a Nepal, el grupo fue escoltado a un hotel local. Cuando entraron en el vestíbulo, uno de los atletas dijo: "¿Quién es ese?" Todos siguieron la mirada hacia la pared donde había un cuadro con la imagen de Jesús. El comité organizador de la competencia, sin saberlo, les asigno a este grupo budista un hotel cuyos dueños eran cristianos. Aprovechando la oportunidad, el líder cristiano le explicó: "¡Es Jesús!". Y le comentó al resto del grupo quién era Jesús.
Una pregunta llevó a otra, abriendo así una puerta para muchas más preguntas durante toda esa semana. En el viaje de regreso, uno de los atletas se inclinó hacia su líder y le dijo: "Creo que Jesús es la verdad".